Oblada
Oblada melanura
COMO RECONOCERLO.- Pertenece a la familia de los espáridos.Su cuerpo es alargado y aplanado por los lados; cabeza de perfil recto y algo redondeada, un hocico largo y boca pequeña e inclinada hacia arriba, las mandíbulas están provista en la parte anterior de 8 a 10 incisivos y en la parte posterior por una banda de dientes granulosos, careciendo de colmillos; sus labios son blandos.Todo su cuerpo esta recubierto de escamas pectinadas (sobre la linea lateral presenta de 64 a 67 escamas).Una única aleta dorsal no dividida, con 11 o 12 radios espinosos y 13 o 14 radios blandos.La aleta anal tiene tres radios espinosos y de 12 a 14 radios blandos.La aleta pectoral tiene un radio espinoso y 5 radios blandos.De color gris plata, azulado o pardo, con la zona dorsal algo mas oscura, con varias lineas longitudinales no muy marcadas pardas o doradas, mas o menos sinuosas.Es característica una mancha negra rodeada de blanco, en el pedúnculo caudal.Su longitud máxima es de 30 cm y su carne es blanda y apreciada.
Resumen.- Presenta un cuerpo alargado y oval, cubierto de escamas, de color gris plateado, más oscuro en el dorso, de tonalidad gris azulado o verdoso y una serie de líneas longitudinales poco visibles. El número de escamas sobre la línea lateral es de entre 64 y 67. Tiene la típica mancha negra orlada de blanco en el pedúnculo caudal. Boca pequeña y terminal, dirigida oblicuamente hacia abajo en el extremo posterior, con una serie de 8 a 10 incisivos frontales por mandíbula y dientes posteriores cónicos y afilados; en la parte delantera de la mandíbula, detrás justo de los incisivos, cuenta con un grupo de dientes pequeños y granulados. Los ojos son grandes. Cuenta con una sola aleta dorsal. Los juveniles son de color pardo uniforme, ya con la característica mancha negra orlada de blanco, propia de los adultos.Especie hermafrodita simultánea. Algunos individuos son hermafroditas proterogínicos. Se reproduce de abril a junio. Los juveniles aparecen a finales de abril o en mayo, y se asientan en lugares protegidos, al lado de grandes bloques con fuerte pendiente o extraplomados, hasta que pierden la tonalidad pálida, momento en que se dirigen a aguas libres superficiales
QUE COME.- La oblada es un pez omnívoro, oportunista en toda regla. Los alevines son una verdadera molestia para el pescador de espáridos, pues destrozan los cebos a menos que sean de dureza extrema. Los adultos sienten especial devoción por los minúsculos pececillos, cebandose extrepitosamente sobre ellos, creando unos característicos averios junto a jureles en invierno y palometas enprimavera y verano. Cuando hay pececillos suelen dedicarse a nadar por la superficie, tomando toda materia orgánica comestible en suspensión. De hecho, en algunos lugares se han acostumbrado a alimentarse de los desperdicios de las embarcaciones.Omnívoro, pero sobre todo de pequeños invertebrados y en ocasiones de algas. También planctófaga. Los ejemplares grandes pueden atacar a los de pequeño tamaño.
CEBO RECOMENDADO.- Xorra, pulga, etc.El cebo que emplearemos para su pesca será gusana, esencialmente viñoca o americana, cangrejos de pequeño tamaño y quisquillas. También los artificiales, señuelos que van muy bien para esta especie para el pescador de spinning.
DONDE VIVE.- Es uno de los pocos espáridos que coloniza la columna de agua, nectobentónico marino y estuarios subtropical. Fondos rocosos y praderas de Zostera, Posidonia oceánica, etc. Hasta 30 m. o 40 m. pero habitualmente a poca profundidad. Comportamiento: Gregario, forma grupos pequeños, nadando a media agua. En invierno, los jóvenes del año permanecen poco activos, al abrigo de grandes bloques rocosos, hasta que la temperatura supera los 14 o 15º, cuando vuelven a la actividad en aguas libres .Vemos a la oblada comportarse de un modo distinto a otros espáridos con los que comparte nicho ecológico, sobre todo en sus estadios juveniles. Mientras que sargos picudos, vulgares y mojarras se mueven en grupos mixtos, con escasa cohesión entre sus integrantes, las obladas mantienen una estructura más propia de peces habituados a la disciplina del cardumen.Incluso sus hechuras, en este caso más pisciformes, menos redondeadas, recuerdan a las de las especies que optan por la estrategia de convivir en compactos bálamos o bancos y de vivir entre dos aguas, si bien generalmente lo hacen cerca del fondo.El manchón negro -muy típico en esta familia- forma entonces un conjunto de oscuras siluetas, que se mueven de manera uniforme -en función de los dictados del resto del banco- tan pronto como sus componentes cambian de dirección o adoptan un comportamiento defensivo, de huida, frente al predador. Esto se puede comprobar fácilmente en cuanto nos sumergimos y entramos en el radio de acción del bálamo.









